jueves, 17 de septiembre de 2015

¿Cómo construir una oposición y un futuro sano y posible? Por Giovanni D’Alessandro

“Así dice el SEÑOR: Maldito el hombre que en el hombre confía, y hace de la carne su fortaleza, y del SEÑOR se aparta su corazón”. Jeremías 17:5

Nunca he militado en agrupación política alguna, llevo más de 20 años sirviendo a mi país a través de ONG´s, y alrededor de cinco participando como activista social en distintos movimientos, desde la lucha por el 4% del PIB para la Educación con la Coalición Educación Digna, pasando por Justicia Fiscal, luego del paquetazo consecuencia del déficit Fiscal del 2012, siguiendo con Impunidad Cero tras la desidia de la Justicia por investigar a los corruptos y últimamente me adherido a Somos Pueblo ante la falta de empoderamiento ciudadano por la lucha del ejercicio responsable de nuestros derechos ciudadanos. En ese caminar y ante la desesperanza imperante en el sistema de partidos políticos tradicionales y la gran descomposición del partido de gobierno, su blindaje y modelo clientelar corporativo, he tomado la decisión de involucrarme en la política, a la cual llego consecuentemente, con una visión no partidista, sin negar tener mi preferencia electoral para estas elecciones, luego de haber votado en las pasadas por Guillermo Moreno, he comprendido que Luis Abinader puede reunir las condiciones para con todo el concurso de los dominicanos ser el próximo presidente de la nación.

Muchos objetan su candidatura por su procedencia de uno de esos partidos tradicionales, que igualmente traicionó nuestra confianza, tal como lo hizo Hipólito Mejía con la reelección electoral, y cómo siendo ellos mayoría congresual, no la usaron para crear los cambios que hoy lamentamos no tener. Y que por tanto en el entorno partidario del PRM, existe un grupo de políticos con la visión errada de ir a la política para servirse y vivir de ella, y no para servir al pueblo y gozarse en mejorar las condiciones de los de menos oportunidades, a la vez que construimos una nación institucionalizada y con autoridades que cumplan en el marco de sus atribuciones y las leyes por el bien nacional y no partidario. No obstante, yo pienso, que en la coyuntura política actual, Luis Abinader puede anteponer las apetencias de “esos cuestionables” y propiciar un cambio de visión. Antes que nada, porque él solo, sin las demás fuerzas políticas le será imposible llegar al poder. Porque sin una agenda programática, propositiva de prioridades impostergables que garanticen que cualquiera que llegue a una posición electiva, podrá ser cuestionado y en caso de incumplir con su deber hasta removido, todo mediante mecanismos que existen pero que aún no han podido ponerse en funcionamiento al servicio del pueblo, tales y como los son: el referéndum, el plebiscito y cuando sea necesario y pertinente la constituyente.

Igualmente importante, Luis Abinader debe promover de manera humilde, la unión de toda la oposición, buscando concretizar alianzas en base a un programa de gobierno consensuado, que priorice y garantice con mecanismos factibles los cambios impostergables. Y en lo referente a las distintas posiciones electivas, propiciar un proceso de plebiscito para la selección de los mejores perfiles de ciudadanos y ciudadanas idóneos para desempeñar esos cargos electivos. Luis debe entender el momento sociopolítico actual, donde es necesario atraer al votante apático nuevo y de antaño, que se resiente a participar en las elecciones y se abstiene a ejercer su derecho, por no vislumbrar alternativa atractiva distinta al existente del tipo de la clase política que ha concurrido en la política dominicana. Si Luis y quienes le acompañan quieren impactar favorablemente en ese segmento, que a fin de cuentas es el que va a definir estas elecciones, deben estar dispuesto a ceder y sacrificar apetencias electorales a cambio de un nuevo modelo de hacer política, enfocado en lo que desea y espera el votante.

Desde la otra cara, mirando a Guillermo Moreno de Alianza País, un político con una visión distinta a la habitual, que no está dispuesto a trasgredir sus principios políticos, éticos y morales, por acuerdos de corte político clientelar como ha sido la tradición de pactos, debe recibir señales claras de los demás candidatos que se oponen al eje del Pacto Reeleccionista PLRDSC, que indiquen que se trata de un dialogo de doble vía donde los puntos de la agenda concurran en dirección de las necesidades impostergables para un cambio de rumbo en el quehacer político nacional, que anteponga los intereses particulares por los de las mayorías.  En ese sentido, estoy confiado que la presión de una ciudadanía hastiada de la actual situación gubernamental en todas sus esferas, llevaran a que ambos lleguen a un acuerdo. Así mismo, lo veo con Max Puig y Alianza Por La Democracia, e igual cuando Opción Democrática y Minou Tavarez sean reconocidos, ya que la unión es necesaria para recomponer el Congreso y los Ayuntamientos, y de esta forma la República Dominicana resulte gananciosa, por iniciar un nuevo proceso de cambio, que busque poner a valer nuestros derechos democráticos y hacernos verdaderos partícipes de nuestro futuro, solo así podremos construirlo.

Para finalizar, debe quedar claro en la mente nuestros políticos, que ha terminado el tiempo de que los electores le firmemos carta blanca a su discrecionalidad, sino por el contrario,  a llegado la hora de que sepan es lo opuesto, que estarán sujetos a nuestro escrutinio para velar si cumplen o no con nuestras aspiraciones, porque la principal prioridad del próximo gobierno es el empoderamiento ciudadano que hará posible así sea y dejemos de estar a merced de sus apetencias personales y grupales.



3 comentarios:

  1. Valientey decision Giovanni, adelante!!!

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    1. Ya es tiempo de empoderarnos y agarrar el toro por los cuernos, saludos. - - LMB

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  2. De acuerdo con usted hermano, creo al igual que otros que, políticamente hablando Luis Abinader es el único candidato que tiene la posibilidad de que saquemos del poder al PLD

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